Collage que pertenece a la serie de obras realizadas en la entrañable
costa uruguaya. Me refiero,
específicamente, a mi amado rincón de Manantiales, en Maldonado. Esos cielos luminosos, infinitamente celestes y refrescados por el viento del este; viento marino, azul,
vital, tonificador, fresco como el alma. Entre pinos, caminos y
esperanzas un collage, quizás mi
único collage.
No soporto el desorden, aunque por comodidad conviva con él. Desórdenes materiales e inmateriales… Qué
importa; lo que importa son los colores, la acción, la creación. Ahí está:
imágenes ensambladas en un forzoso ensamble; dos caballos como en un giro, una marca de ropa (de índole evocativa), otras
marcas adicionales y colores que me resultan íntimamente familiares, todo ello formando parte de un conjunto de trazos gruesos, gestuales (la magia del marcador, hermano menor del pincel).